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Agenda bíblica
julio 2025
Do Lu Ma Mi Ju Vi
29 30 Lunes de la 13ª Semana del T.O Protomártires de Roma 1 Martes de la 13ª Semana del T.O Casto y Secundino 2 Miércoles de la 13ª Semana del T.O Vidal y Marcia 3 Santo Tomás, apóstol 4 Viernes de la 13ª Semana del T.O Isabel de Portugal 5 Sábado de la 13ª Semana del T.O Antonio María Zaccaria
6 14º Domingo del T.O María Goretti 7 Lunes de la 14ª Semana del T.O Fermín 8 Martes de la 14ª Semana del T.O Priscila 9 Miércoles de la 14ª Semana del T.O Verónica 10 Jueves de la 14ª Semana del T.O Cristóbal 11 Viernes de la 14ª Semana del T.O Benito 12 Sábado de la 14ª Semana del T.O Juan Gualberto
13 15º Domingo del T.O Enrique 14 Lunes de la 15ª Semana del T.O Camilo 15 Martes de la 15ª Semana del T.O Buenaventura 16 Miércoles de la 15ª Semana del T.O Virgen del Carmen 17 Jueves de la 15ª Semana del T.O Mártires del Brasil 18 Viernes de la 15ª Semana del T.O Federico 19 Sábado de la 15ª Semana del T.O Justa y Rufina
20 16º Domingo del T.O Elías 21 Lunes de la 16ª Semana del T.O Lorenzo de Brindisi 22 Santa María Magdalena 23 Miércoles de la 16ª Semana del T.O Brígida 24 Jueves de la 16ª Semana del T.O Francisco Solano 25 Santiago, apóstol 26 Santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen María
27 17º Domingo del T.O Beato Tito Brandsma 28 Lunes de la 17ª Semana del T.O Pedro Poveda 29 Martes de la 17ª Semana del T.O Marta 30 Miércoles de la 17ª Semana del T.O Pedro Crisólogo 31 Jueves de la 17ª Semana del T.O Ignacio de Loyola 1 Viernes de la 17ª Semana del T.O Alfonso María de Ligorio 2 Sábado de la 17ª Semana del T.O Eusebio de Vercelli
06/07/2025

14º Domingo del T.O

María Goretti

Lectura del libro de Isaías

        ¡Festejen a Jerusalén, 
        alégrense por ella, 
        todos los que la aman; 
        gocen con su gozo 
        los que se dolían por ella! 
        Para mamar hasta hartaros 
        del consuelo de sus pechos; 
        para apurar con delicia 
        sus ubres bien repletas. 
        Pues así dice el Señor: 
        Voy a dirigir hacia ella 
        la paz, igual que un río; 
        como un torrente crecido, 
        la riqueza de los pueblos. 
        Mamarán mecidos en los brazos, 
        acariciados sobre las rodillas; 
        como a un niño consolado por su madre, 
        así pienso yo consolarlos. 
        Al verlo, se alegrará su corazón, 
        florecerán sus huesos como prado. 
        El Señor mostrará su poder a sus siervos. 

R/. Aclama al Señor, tierra entera.

      Aclamen a Dios, tierra entera,
          canten la gloria de su nombre,
          tribútenle gloria y alabanza.
          Digan a Dios: «¡Son admirables tus obras!». R/.

      Ante ti se postra la tierra entera
          cantándote, cantando tu nombre.
          Vengan y contemplen las obras de Dios,
          su prodigiosa actuación con los humanos. R/.

      Convirtió el mar en tierra seca
          y andando atravesaron el río.
          Allí, con él, nos llenamos de gozo.
          Con su poder gobierna por siempre. R/.

      Vengan y óiganme; yo les contaré
          a cuantos veneran a Dios,
          lo que él ha hecho por mí.
          Bendito sea Dios
          que no ignoró mi ruego,
          ni apartó su amor de mí. R/.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas

Hermanos:
Por mi parte, si de algo presumo, es de nuestro Señor Jesucristo crucificado; en su cruz, el mundo ha muerto para mí y yo para el mundo.
¡Qué más da estar circuncidados o no estarlo! Lo que importa es ser nuevas criaturas. 
Paz y misericordia a cuantos se ajusten a esta norma, y al Israel de Dios. 
¡Y a ver si en adelante no me ocasionan más preocupaciones! Bastante tengo con llevar impresas en mi cuerpo las marcas de Jesús. 
Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con ustedes, hermanos. Amén. 

Lectura del santo evangelio según san Lucas

En aquel tiempo el Señor escogió también a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de él a todos los pueblos y lugares a donde él pensaba ir. Les dijo: 
—La mies es mucha, pero son pocos los obreros. Por eso, pídanle al dueño de la mies que mande obreros a su mies. 
Póngase en marcha! Yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven monedero, zurrón, ni calzado; y no se detengan tampoco a saludar a nadie en el camino. 
Cuando entren en alguna casa, digan primero: «Paz a esta casa». Si los que viven allí son gente de paz, la paz del saludo quedará con ellos; si no lo son, la paz se volverá a ustedes. 
Quédense en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan, porque el que trabaja tiene derecho a su salario. 
No vayan de casa en casa. Cuando lleguen a un pueblo donde los reciban con agrado, coman lo que les ofrezcan. Curen a los enfermos que haya en él y anuncien: «El reino de Dios está cerca de ustedes». 
Pero si entran en un pueblo donde se nieguen a recibirlos, recorran sus calles diciendo: «¡Hasta el polvo de este pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos contra ustedes! Sin embargo, sepan que el reino de Dios ya está cerca». 
Les digo que, en el día del juicio, los habitantes de Sodoma serán tratados con más clemencia que los de ese pueblo.
Los setenta y dos volvieron llenos de alegría, diciendo: 
—¡Señor, hasta los demonios nos obedecen en tu nombre! 
Jesús les contestó: 
—He visto a Satanás que caía del cielo como un rayo. Les he dado a ustedes autoridad para que pisoteen las serpientes, los escorpiones y todo el poder del enemigo, sin que nada ni nadie pueda dañarlos. 
Pero, aun así, no se alegren tanto de que los espíritus malignos los obedezcan como de que los nombres de ustedes estén escritos en el cielo. 

Ciclo
C
Año
Impar
Color
Verde
Semana Salterio
II
Cita del día

A la manera de las inclusiones bíblicas, en las que una palabra o una expresión repetidas indican el perímetro y el objeto de una perícopa, la liturgia de hoy se presenta incluida toda ella dentro de un verbo, conjugado en imperativo: ¡Alegraos!  Alegraos con Jerusalén», empezaba diciendo Isaías. «Alegraos más bien de que vuestros nombres estén escritos en el cielo», concluye Jesús. La Palabra de Dios de este domingo nos revela, pues, el contenido de la alegría: lo que está dentro o en el origen, y también el modo en que esta alegría puede «discurrir» hacia la Iglesia y fluir por el mundo. En el corazón figura la afirmación de Pablo: «En cuanto a mí, jamás presumo de algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo» (Gal 6,4). La clave es ésta: la cruz es el criterio de la existencia cristiana, la cruz es el metro para medir las opciones, las acciones, los gestos cotidianos. De la adhesión a este Evangelio, de la conversión al modo de vivir y de amar de Cristo crucificado depende la posibilidad de llegar a ser una «nueva criatura», que es lo que cuenta e importa de verdad (Gal 6,15). Ésta es la fuente de la que brota la alegría de la vida, éste es el don que recibimos en el bautismo y que debe informar toda nuestra existencia para que sea una existencia bautismal, o sea, para que esté sumergida en el dinamismo de la vida que brota de la muerte, del amor dispuesto a dar la vida.
Este itinerario, que Pablo describe en términos de adhesión a la cruz de Cristo y de nueva creación, Lucas lo narra ambientándolo a lo largo de un camino, el camino que recorren los discípulos con Jesús hacia Jerusalén. Aquí todo el contenido de la vida bautismal está expresado en el seguimiento de Jesús por su camino, en la aceptación de sus exigencias de radicalismo y totalidad que en él están implicadas, en la participación cada vez más profunda en su pasión, a fin de participar de un modo cada vez más íntimo en su vida. Y no sólo esto; también a lo largo de este camino introduce Lucas el gran tema de la misión. Jesús envía a los que le siguen –los setenta y dos discípulos, que representan a todos los bautizados– y, en consecuencia, la misión forma parte intrínseca del seguimiento. De aquí surge la imagen o, mejor aún, la vocación de una Iglesia que es absolutamente misionera, y lo es por el hecho de que sigue a Jesús y con el hecho mismo de seguir a Jesús. Ser misionero, mucho más que hacer algo por el Señor, es seguirle en su pasión por la mies. Es pedir asemejarse a él e ir asemejando a él.

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Lectio Divina para cada día del año: Domingos del Tiempo Ordinario

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Blanco Color que hace referencia a la resurrección de Jesús, siendo el color más solemne en la liturgia. Simboliza la alegría y la paz. Se usa durante el tiempo de Pascua y el tiempo de Navidad. Se emplea también en las fiestas y solemnidades del Señor no relativas a la Pasión, incluida la misa de la Cena del Señor del Jueves Santo, en las fiestas de la Virgen María y de los santos que no murieron mártires.
Morado Este color simboliza preparación espiritual. Simboliza humildad, penitencia, deseo y dolor. Se usa en Adviento y en Cuaresma, tiempos de preparación para la Navidad y la Pascua respectivamente. Además, en las celebraciones penitenciales y de difuntos.
Verde Este color simboliza esperanza, paz, serenidad y ecología. Es usado durante el Tiempo Ordinario, en los feriados y los domingos que no exigen otro color (solemnidades, fiestas de santos).
Rojo Asociado a la sangre y al fuego, es color del corazón: denota pasión, vida, pentecostés y martirio. Es usado principalmente en el Domingo de Ramos, el Viernes Santo, Pentecostés y en las fiestas de mártires. Además, en la administración del sacramento de la Confirmación.

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