El libro de Reyes es una narración de textura compleja que entrelaza acervo literario, arte narrativo, información histórica y reflexión teológica con vistas a trazar la historia de la actuación de Dios en la historia de dos reinos, Israel y Judá, fundados sobre grandes promesas divinas.
Sin embargo, en tanto que entidades políticas, como cualquier otro reino acaban desapareciendo. ¿Por qué? Esta es una de las preguntas que se hace especialmente 2 Reyes. Y aunque el texto parece pintar un cuadro en blanco y negro -la única culpa es la desobediencia a la Alianza del pueblo y especialmente de sus reyes-, el hilo narrativo se encarga de introducir tonos y colores que matizan mucho la respuesta monocolor, ofreciendo así un análisis más realista y, sobre todo, proporcionando a la comunidad de fe pistas para redescubrir la esencia de la fidelidad al Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob.
¿Sabías que...?
Se ha establecido un escenario de clara tensión: el elogio más elevado otorgado hasta la fecha a un rey judaíta, aderezado con las breves noticia de sus éxitos religiosos (reforma radical del culto yahvista) y político-militares (rebelión contra Asiria y dominio sobre Gaza), se ve contrapesado, sin mediar explicación alguna, por dos noticias breves sobre la caída de Samaría y la toma del territorio judaíta por Asiria, sin que haya desenlace para el nudo introducido por esta última, por lo que habrá que esperar a la disputa que sigue en 18,17-19,37.
(Extracto de Reyes II, página 486)